Una niña de la guerra (Primera parte) ... a dos voces: Conchi Jorquera, hija y Susana Fernández, nieta.

Como nieta de uno de los "niños de la guerra", he podido contar con la ayuda de mi abuela Juliana para daros a conocer una de las muchas historias de aquella guerra que obligó a muchas familias a separarse y tomar otros caminos que les alejaron de su tierra y des sus seres queridos.

Mi abuela es la mayor de los tres hermanos que salieron en la primavera de 1937. Su hermana y su hermano al ser más pequeños fueron trasladados a Inglaterra en el barco Habana en el mes de mayo, y a ella, en el mismo barco pero en el mes de junio y porque ya no había sitio en el anterior, le tocó ir a Rusia.

A los tíos de mi madre, en un principio, les tocó estar en tiendas de campaña hasta que les llevaron a una villa a las afueras de Londres donde pasaron sus primeras Navidades, y uno de sus recuerdos es que los llevaban a los teatros y, de vez en cuando, cantaban. Así contribuían a su manutención.

El recuerdo principal y más agradecido de mi tía-abuela es el de Mr. Ronald, que debía ser el encargado de colaborar con España para el alojamiento de los niños.

Así estuvieron casi tres años, pues a principios del año de 1940 ya estaban de vuelta en España.

Para mi abuela, sin embargo, toda su juventud fue una verdadera aventura, pues salió de aquí para librarse de una guerra y en Rusia vivió la II Guerra Mundial.

Tenía 15 años cuando salió en el mes de junio hacia el puerto de Havre en Francia y de allí a Leningrado.

Estas fotos que quiero compartir con vosotros son de la niñez de mi admirable abuela, de sus hermanos. Del viaje de regreso a España... Son un pequeño tesoro.