Collins no llegó a poner el pie en nuestro satélite. Mientras Aldrin y Armstrong recogían muestras del suelo lunar y realizaban una serie de experimentos en la superficie, Collins pilotaba el módulo de mando del Apolo XI, en órbita alrededor de la Luna. Del módulo de mando se había separado la cápsula que había transportado a Aldrin y Armstrong hasta la superficie de la Luna, y al módulo de mando debían regresar una vez finalizada la misión de ambos astronautas.
Michael Collins (Roma, 1930) Astronauta
estadounidense, miembro de la tripulación del Apolo XI, el cohete espacial que
puso al hombre en la Luna.
Michael Collins se educó en la
Academia Militar de West Point y fue piloto de combate antes de ser elegido
como astronauta de la NASA, en 1963. Antes de participar en el proyecto Apolo
había formado parte del proyecto Geminis y había pilotado la nave Geminis X,
vuelo en el cual realizó con éxito dos salidas al espacio, convenientemente
protegido por un traje espacial.
¿Qué había ganado la Humanidad con
la caprichosa decisión del presidente Kennedy de enviar a su país a la Luna con
el enorme dineral que suponía?
De
repente, Collins, como los otros astronautas que alunizaron, tuvo que encontrar
respuestas a preguntas que nunca antes se habían formulado de la misma manera,
por ejemplo: «¿Adónde vas después de haber estado en la Luna?». Por ello Collins, después de participar en el Apolo XI abandonó el
cuerpo de astronautas, se dedicó a la historia de los vuelos espaciales y llegó
a ser director del Museo Smithsoniano del Aire y del Espacio de Washington.
Hoy cumple 83 años.
¡Felicidades! Cómo me hubiera gustado ser tu
copiloto como a tantos millones de personas sin rostro y sueños acumulados en
nuestros corazones.
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