El camino de Miguel Delibes

'El camino', publicado en 1950, no sólo se ha convertido en uno de los libros más destacados de Delibes, si no también en una de las obras de referencia de la literatura española de la posguerra.

Es difícil olvidar si has leído El camino, aunque sea a la tierna edad de los trece años, como me ocurrió a mí. Ha pasado mucho tiempo desde entonces, y sin embargo, salvando las distancias, se puede decir que no ha envejecido . Tal vez sea porque el retrato que hace el autor sobre la infancia resulta tan realista que todos nos sentimos identificados en algún momento con los protagonistas del libro; aunque hayamos sido niños de población urbana y no rural; pero en Madrid en los años sesenta y principio de los setenta no eran como son ahora. Salíamos a la calle sin quedar. Nos juntábamos todos a jugar. Sólo nos retirábamos si venía algún coche, que era de higos a brevas. Tal vez sea porque en realidad añoramos ese universo de libertad que destilan los pueblos para los niños; tal vez sea, simplemente, el estilo de Don Miguel, tan característico y especial.

"El camino" está ambientado en una población rural y Daniel, apodado "el Mochuelo" y el protagonista, se enfrenta al cambio más importante en su vida: su padre le envíará a estudiar el Bachillerato a la ciudad. Por ello, abandonará la vida que ha conocido hasta entonces en su pueblo con sus amigos Roque, el Moñigo y Germán, el Tiñoso. La última noche que pasa en el pueblo, antes de su partida, Daniel recordará lo que ha sido su vida allí, incluyendo las anécdotas de los habitantes, siempre acompañados por sus motes: las Guindillas, Mariuca-uca, las Lepóridas... 

Se trata de una novela que combina a la perfección el humor, la ternura y el drama, pero sobre todo es la novela de la nostalgia por una infancia perdida. Tanto su tema como su ritmo, marcado principalmente por la musicalidad que le da la repetición de los apodos de los personajes, hace que sea una obra de inolvidable lectura que todos deberíamos disfrutar. Y de hecho, nuestros compañeros del tercer ciclo tienen la suerte de trabajar esta obra dentro de una actividad englobadora de la Semana Cultural anual.

Ha pasado tanto tiempo... Cuando leí El lector de Julio Verne de Almudena Grandes me recordó muchísimo a esta obra por el uso de los motes, la añoranza de la niñez y sus vivencias.