Índice de reseñas

viernes, 2 de diciembre de 2011

LA LEYENDA DE LOS TAMBORES DEL BRUC

Si por algo es recordada en el imaginario colectivo nuestra Guerra de la Independencia (a principios del siglo XIX), es por las diversas muestras de actos heroicos que se sucedieron en diferentes puntos de nuestro país. No en vano, algunos de estos hechos han pasado a formar parte de la historia como símbolos de la resistencia del pueblo español contra el invasor francés. Tal es el caso del levantamiento popular vivido en Madrid el 2 de mayo de 1808 (que será objeto de otra reseña), la resistencia a los dos sitios sufridos por Zaragoza, o la batalla del Bruc, tradicionalmente considerada como la primera derrota sufrida en suelo patrio por el hasta entonces invicto ejército de Napoleón.

Precisamente, con el transcurrir de los años historia y ficción han ido de la mano en este último acontecimiento a causa del surgimiento de la leyenda de “El tambor del Bruc”. Según se cuenta, Isidro Llusá era un pastorcillo que por no ser más que un niño, no podía formar parte del ejército y luchar contra el invasor francés. Pero esto no le impidió coger su tambor y tocarlo fuerte por entre las montañas de Montserrat para animar a los españoles en la lucha, de tal forma que el eco provocado por las montañas hizo retumbar el sonido y lo multiplicó por mil. Los franceses tomaron este sonido por el producido por muchos tambores y por lo tanto dedujeron que se enfrentarían a un ejército enorme, decidiendo huir y no plantar batalla.



En el lugar en el que ocurrió el hecho (o en el que se sitúa la leyenda)  hay un monumento y figura la siguiente inscripción:



“Viajero, para aquí, que el francés también paró, el que por todo pasó no pudo pasar de aquí”.

La leyenda del tambor del Bruc ha sido llevada a la gran pantalla, en varias ocasiones.
Yo os aconsejo La leyenda del tambor / El niño del tambor (1982), película dirigida por el barcelonés Jorge Grau, curiosamente, descendiente por parte materna de uno de los personajes implicados en los hechos históricos que se relatan en la película.


Por hoy nos despedimos con el relato que Las Tres Mellizas hacen de esta leyenda (no os asustéis, que dura unos 20 minutos):



2 comentarios:

  1. Hola Carmen, me gusta esta historia porque el niño ganó la guerra sin luchar y tocando un tambor. Porque las guerras no se pueden parar tan fácilmente y él lo consiguió. Todas las guerras no se pueden evitar, pero él lo hizo sin mirar.
    Un abrazo de parte de Nora.

    ResponderEliminar
  2. Carmen Sánchez, tutora de 3ºA6 de diciembre de 2011, 12:28

    Gracias Nora por esa reflexión tan madura. Ojalá que muchos adultos y gerentes tuvieran tu misma idea.

    Mírate la reseña sobre LA PEPA, de la que mañana hablaremos largo y tendido.

    Gracias de nuevo Nora.

    Un beso.

    ResponderEliminar