Antonio Machado pisa por primera vez Soria en mayo de 1907. Lo hace para tomar posesión de la cátedra que acaba de obtener, en una visita de tres días de la que nace el poema «Orillas del Duero». Como demuestra la existencia de este primer poema tras una estancia tan breve, la tierra soriana va a ser una fuente de inspiración inagotable para el poeta.
En octubre de 1907, Machado se traslada definitivamente a su nuevo destino, una ciudad de provincias, amurallada y con apenas 7.000 habitantes. Se aloja primero en una pensión del centro, pero dos meses después, encuentra alojamiento en una pensión situada justo detrás del Instituto General y Técnico en el que imparte clase. Isabel Cuevas y su esposo, Ceferino Izquierdo, guardia civil retirado, son los dueños de esta pensión. Con ellos viven sus tres hijos: Leonor, Antonia y Sinforiano.
En la pensión, Machado va estrechando lazos con Leonor, una de las hijas de los dueños, de 13 años de edad. Ella es una niña simpática y solícita, atenta y curiosa, que ve en el poeta a una persona muy diferente a las que conocía. Del cariño y la admiración surge el amor y, a los dos años de conocerse, en 1909, la pareja contrae matrimonio en la iglesia de La Mayor.
Estos son algunos de los lugares por dónde pasearon la pareja de enamorados Antonio y Leonor.
Leonor cae enferma de tuberculosis en 1911 y muere en agosto de 1912.
El recuerdo insoportable de una Soria sin su mujer le hace abandonar la ciudad ese mismo año. Se instala temporalmente en Madrid para gestionar su traslado a otro instituto. En octubre es nombrado catedrático del instituto de Baeza.
Machado no volverá a Soria hasta el 5 de octubre de 1932, fecha en la que el Ayuntamiento de la capital le rinde un homenaje nombrándole hijo adoptivo.
¡ENHORABUENA POR LA RESEÑA! HE PENSADO INMEDIATAMENTE EN EL POEMA "A JOSÉ MARÍA PALACIO" QUE, POR MUCHAS VECES QUE LO LEA, NO DEJA DE IMPRESIONARME.
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