Esta es la historia de Enrique, un niño al que le encantan los libros, pero no como a cualquier niño pueden gustarle. Un día, Enrique, distraidamente, probó un libro. Notó que le gustaba, y aunque tenía sus dudas decidió comerse primero una palabra, luego una oración y, después, una página. En un par de días ya se había comido un libro entero. Pensó que con esto en poco tiempo podría ser la persona más lista del mundo, pero de pronto todo empezó a complicarse.
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martes, 16 de abril de 2013
16 de abril, DÍA MUNDIAL DE LA VOZ
Pero tanta comilona lo indigesta, y después de padecer las consecuencias de tal apetito, se da cuenta de que los libros pueden «comerse» de otra manera: leyéndolos Y SI ES DE VIVA VOZ, MEJOR.
Muy original la propuesta gráfica de este álbum (las ilustraciones están hechas sobre libros viejos, papeles de periódico, libretas amarillentas, e incluso el lomo de un tomo de la Enciclopedia Británica). Además, físicamente, podemos apreciar el mordisco que la otra noche dio a su historia cuando visitó la biblio de El Enebral. Ya sabéis que, a veces, no lo puede evitar...
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FONDO DE CULTURA ECONOMICA DE ESPAÑA,
OLIVER JEFFERS
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