MALAQUIADES INVENTOR (penúltimo cuento de la serie de Juan Farias)

ESTA HISTORIA TRATA DE PONERLE TORNILLOS A LA ILUSIÓN

Lucía Panizo.- Me ha entusiasmado el cuento, es muy bonito, muy diferente a otros cuentos de Juan Farias. Me ha gustado mucho la ilusión que tiene Malaquíades. Es uno de los mejores cuentos de este autor, pero esta opinión se la quiero dedicar a mi profesora Carmen porque sin ella no habría conocido a Juan Farias y le quiero decir lo bien que nos está enseñando este curso.

Muchas gracias Carmen y Juan Farias.

María Ruiz.- Me ha parecido súper bonito y lo que ha dicho el padre aún más: "si no entiendes eso es que no eres tan liso como yo creía"

Lucía Pulisci.- Me ha parecido una historia divertida. Lo que más me ha gustado es que Malaquíades hiciera esos inventos tan graciosos, y lo que menos es que el niño no apreciara el arte y la imaginación del inventor Malaquíades porque no hay que despreciar lo que hacen los demás.

Carolina.-  El cuento es muy bonito, como Carmen Sánchez Bravo diría: es prrrrrecioso. Me ha encantado cuando el padre le dijo: "si no eres capaz de ver eso, es que eres menos listo de lo que yo creía"

Alejandro Torres.- Este cuento no parece un cuento porque es más una lección para los niños. Juan Farias hace los mejores cuentos. Y...lo mejor, los hace con amor para que lo disfruten tanto como yo y le digo a Juan Farias con exclamación ¡¡¡ GRACIAS POR TUS CUENTOS!!

Kevin.- Este cuento también me ha encantado porque Malaquíades era listo pero le salía todo al revés. Las mismas cosas siempre, pero un día inventó una cosa diferente y los que se reían de él no volvieron a hacerlo.

Ángela.- Malaquíades era inventor, nunca inventó nada nuevo. Un día el niño le oyó: ¡Eureka! ¡Eureka! y el niño se rió porque Malaquíades siempre hizo algunos inventos estúpidos, pero era feliz.

Diego Álvarez.- Este cuento ha sido mejor que "Un dibujante y su hijo en una tarde de abri

l lluvioso" y los dos están escritos con mucho AMOR.

Marina.- La historia es preciosa, y Juan Farias nos ha dicho en esta historia que algunas personas son inocentes y no hay que burlarse. De esa manera no se consigue ser amigos de los demás. Hay que valorar la creatividad y la imaginación.

Ian.- Este cuento me ha encantado porque es lo contrario que "Un dibujante y su hijo en una tarde de abriel lluvioso"; esta vez no es el hijo el que da una lección, sino el padre el que da una lección al hijo.