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sábado, 5 de enero de 2013

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No hay historias más bonitas que las historias de amor

Para documentarme en esta reseña me he encontrado con muchos artículos, comentarios diversos sobre la figura de Dalí y su amor por Gala. Yo me quedo con el que se comenta en la zona donde Dalí le compró a Gala un castillo,en Púbol (Gerona),  en la que se dice que, al ser impotente el artista, ella tenía a su entera disposición el castillo para poder llevar a sus amantes. Por ello, y ligando con el carácter cinéfilo de nuestro Proyecto anual, no podía por menos que titular esta reseña con los dos rombos que aparecían en la televisión cuando yo era pequeña y que, me derivaban sin más contemplaciones a la cama. 

La relación entre Gala y Salvador Dalí es una de las más extrañas historias de amor. Fue tal la influencia que ejerció Gala sobre Dalí que, a la muerte de ella en 1982, el pintor se encerró en la habitación de su esposa, cerró las cortinas y se negó a comer.
Cuando se conocieron, ella le sacó del borde de la locura y, durante los más de cincuenta años que estuvieron juntos, lo cuidó en sus accesos de melancolía y enfermedad, tanto imaginarios como reales. 
Gala era para Dalí además de su mujer, madre, y amiga, su musa y fuente de inspiración de muchas de sus obras. Por eso en los años 30 el artista prometió a Gala que le compraría un castillo en la Toscana. Obsesión que fue desapareciendo hasta ser retomada dos décadas después.
Gala era ya por aquel entonces una mujer de avanzada edad, y por ello las ideas de la Toscana se hicieron realidad en un lugar mucho más cercano y en el que Gala se sentía cómoda y tranquila cerca de L´Empordá donde el matrimonio tenía otras posesiones.
Una vez el castillo estuvo listo Gala se instaló y se tomó muy en serio su papel de anfitriona. Todo se hacía a su gusto, y no entraba nadie que ella no quisiese.
Dalí solía decir – Iré al castillo cuando Gala me deje. Porque es suyo y lo usará para aislarse – ya que debía comunicar sus visitas con anticipación. 

En 1982 Gala falleció en Portlligat y fue conducida a su castillo a Púbol para ser enterrada en la sala conocida como el delma, la sala del diezmo, que se encontraba en la parte baja de la casa y que Dalí había habilitado con este fin con una tumba doble muy sencilla ante la idea de ser enterrados juntos. Este no quiso separarse de la que había sido su gran compañera, y por ello se instaló también en el castillo donde fruto de la gran tristeza que sentía cayó en una depresión. De él saldría en 1984 tras un incendio accidental en la antigua habitación de Gala donde él solía descansar. Fue ingresado en el hospital y nunca más volvería al castillo ya que tras su alta hospitalaria volvió a Figueres hasta su muerte en 1989.
P.D.- Os muestro unas fotos de la zona circundante del castillo, un castillo lleno de curiosidades, detalles, fotos, que nos acercan a una Gala casi siempre eclipsada por ese gran personaje que fue Dalí.

L' Estartit, a pocos kilómetros de Púbol, a 5 de enero de 2013

2 comentarios:

  1. En la reseña no os he contado que, si vais por la zona, en una ruta "daliniana": Cadaqués, Figueras y Púbol; no os vayáis sin comer en CAN BOSCH, un establecimiento del que no me une ni lazos familiares y mucho menos comerciales, pero que por un módico precio se come estupendamente y la atención es muy cercana y coloquial.

    En próximas reseñas haré alusión a las dos localidades antes mencionadas, pero ya desde Villalba y con documentación gráfica guardada desde este verano, pero no podía por menos que "trabajar" en estas vacaciones de Navidad en las que me he reencontrado con el excéntrico artista.
    L'Estartit, Gerona,en el día de Reyes de 2013.

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  2. ¡qué gran regalo de Reyes has tenido! En cuanto podamos probaremos CAN BOSCH. Me ha encantado la reseña y estoy segura de que a Dalí y Gala también.

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