La ciencia no me
interesa. Ignora el sueño, el azar, la risa, el sentimiento y la contradicción,
cosas que me son preciosas.
Luis Buñuel
Aragonés de
nacimiento, Luis Buñuel está considerado como uno de los más
interesantes y originales directores de
la historia del cine.
A los 17 años inició en Madrid sus estudios universitarios de Ingeniería Agrónoma. En la capital se alojó en la recién creada Residencia de Estudiantes, fundada por la Institución Libre de Enseñanza, donde permaneció siete años. Tomó parte de las actividades del cine-Club de la residencia y trabó amistad con, entre otros, Salvador Dalí, Federico García Lorca y Juan Ramón Jiménez. Hizo sus primeros ensayos de puesta en escena, con versiones delirantes del Don Juan Tenorio en las que actuaban Lorca y Dalí y otros compañeros.
Ya en París se acerca cada vez más al grupo surrealista y acrecienta su afición por el cine, hasta el punto que cada día veía tres cintas.
A los 17 años inició en Madrid sus estudios universitarios de Ingeniería Agrónoma. En la capital se alojó en la recién creada Residencia de Estudiantes, fundada por la Institución Libre de Enseñanza, donde permaneció siete años. Tomó parte de las actividades del cine-Club de la residencia y trabó amistad con, entre otros, Salvador Dalí, Federico García Lorca y Juan Ramón Jiménez. Hizo sus primeros ensayos de puesta en escena, con versiones delirantes del Don Juan Tenorio en las que actuaban Lorca y Dalí y otros compañeros.
Ya en París se acerca cada vez más al grupo surrealista y acrecienta su afición por el cine, hasta el punto que cada día veía tres cintas.
Tras
algunos proyectos fallidos, en 1929, Buñuel y Dalí ultimaron el guión de Un perro
andaluz y grabaron la cinta
con el dinero aportado por la madre de Buñuel. La película se estrenó en
un cine-club parisino y fue tal su éxito, que se mantuvo en pantalla a lo largo
de nueve meses.
Tras una pequeña estancia en
Hollywood, en 1931 regresó a España.
El inicio de la Guerra Civil
Española le sorprendió en
Madrid y emprendió viaje a Ginebra. Durante 1937 se encargó de supervisar para
el gobierno republicano el pabellón español de la Exposición Internacional de
París, y en 1938 se encargó de la supervisión, como consejero técnico e
histórico, de dos películas acerca de la Guerra Civil que se iban a rodar en
Estados Unidos.
Buñuel obtuvo la
nacionalidad mexicana. En su nuevo país rodó otras cintas, entre ellas, Los olvidados, una de las dos
únicas películas reconocidas por la Unesco como Patrimonio de la
Humanidad.
En 1972 se convirtió en el primer
director español en conseguir
el Óscar a la mejor película
de habla no inglesa, por El
discreto encanto de la burguesía.
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