Si hay un artista cuyo universo pictórico conecte, de forma significativa, con el imaginario infantil ése es Joan Miró. Siempre se ha pensado en Miró como el más infantil de los pintores contemporáneos.
Joan Miró nació en 1893, teniendo una vida bastante larga, ya que murió en 1980, por lo que su obra, tanto pictórica como gráfica es muy extensa.
Cataluña y Mallorca serán siempre dos referencias en su obra, el paisaje
de estas zonas, la luz, los colores y los objetos populares se repiten de forma
constante. Si identificamos a Miró con un movimiento artístico es con el
surrealismo. En la obra de Miró hay una preocupación por la naturaleza, un
sentimiento que se refugia en las formas humildes y auténticas. Los animales
que aparecen en sus obras carecen de violencia, no hay agresividad en ellos. Lo
grotesco y lo humorístico son determinantes; el aspecto lúdico nunca
desaparece. El proceso que conduce a las imágenes definitivas adquiere un tono
de divertimento. Cada personaje u objeto queda a juicio del espectador, la
transformación es jocosa y alegre. El color es muy importante. No está
distribuido de forma aleatoria, orientando la mirada del espectador. Todo aderezado
con motivos gráficos, líneas, manchas y elementos que sirven para enlazar
figuras.
Oh, ¡mi niña! Desde luego que ha salido mucho más artista que la madre :)
ResponderEliminarBesotes, Carmen.
¡Qué bonito! Miró estaria orgulloso..
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