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sábado, 19 de abril de 2014

Fernando Botero, el artista de los volúmenes

Fernando Botero, pintor y escultor, es uno de los artistas vivos más importantes de nuestra época. 

Botero nació en Medellín, Colombia, en 1932. Su padre  era vendedor de mercancías y recorría las montañas de su tierra llevando sus productos de pueblo en pueblo a lomo de mula.
Cuando Fernando y sus hermanos eran sólo unos niños, su padre falleció, por lo que su madre tuvo muchas dificultades económicas para darles educación.

Fernando Botero es un pintor, escultor y dibujante colombiano que nació en Medellín el 19 de abril de 1932. Comenzó a dibujar desde muy joven y sus primeros temas fueron las corridas de toros, a las que asistía con un tío. Él pintaba acuarelas de temas taurinos y las vendía en las puertas de la plaza de toros.

Mientras era estudiante de secundaria, escribió un artículo en un periódico local llamado: “Picasso y el no conformismo en el arte”.  A causa de las ideas que expuso y de las ilustraciones que acompañaban el artículo, fue expulsado del colegio.
A los 16 años se vinculó con el mismo periódico como ilustrador y con el dinero que recibía, pudo pagar su educación. Dos años más tarde realizó su primera exposición con otros pintores de la ciudad.
A los 19 años presentó su obra en Bogotá y gracias a la venta de algunos cuadros se fue a Europa a estudiar. Vivió en España, Francia y finalmente en Italia, donde además de sus estudios se dedicó a visitar
museos y a aprender de los grandes maestros.


"Yo veo una gran belleza en lo que yo hago. Es decir: yo no trato de hacer la fealdad. Yo hago unas obras en las cuales se hace mucho énfasis sobre el volumen. La gente, alguna gente, lo puede encontrar grotesca, otra gente no, es decir, en el sentido de que hay una coherencia a través de todo el cuadro, que hace que esa deformación no sea una deformación gratuita sino que es una deformación general que obedece a una idea en el arte. Y por otra parte no solamente yo hago figuras humanas que pueden parecer grotescas, sino que hago naturalezas muertas, paisajes, es decir, es una deformación que viene de una idea, de la idea que el volumen es muy importante en el arte. Y bueno, después obviamente hay un poco de sátira, un poco de humor, pero nunca eso es el motor de mi trabajo sino que generalmente viene a último momento como toques que permitan al espectador relacionarse más fácilmente con la obra. Y por otra parte, esos toques a veces son la forma de cerrar la composición de la obra, de encontrar la solución de la obra".

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