Índice de reseñas

sábado, 14 de enero de 2012

FABULOSAS FÁBULAS



  • La fábula
En el siglo XVIII también se cultivó la fábula con el objetivo de ofrecer al lector consejos y enseñanzas morales puestas en boca de animales. Grandes fabulistas fueron Iriarte y Samaniego.
  • Tomás de Iriarte
Nació en La Orotava (Tenerife) en 1750 y murió en Madrid en 1791.  Además de las fábulas literarias escribió muchas otras obras e hizo bastantes traducciones del francés. También fue compositor. Utiliza sus fábulas para dictar normas que logren un buen estilo literario.


El burro flautista
Es famosa su fábula titulada El burro flautista. Un burro se acerca a una flauta y, al
olerla, ésta suena, lo que hace pensar al animal que sabe tocarla; entonces el autor
saca la moraleja: sin reglas del arte, el que acierta en algo, acierta por casualidad.
Sin reglas de arte,
el que en algo acierta,
acierta por casualidad. Esta fabulilla,
salga bien o mal,
me ha ocurrido ahora
por casualidad.
Cerca de unos prados
que hay en mi lugar,
pasaba un Borrico
por casualidad.Una flauta en ellos
halló, que un zagal
se dejó olvidada
por casualidad.
Acercóse a olerla
el dicho animal,
y dio un resoplido
por casualidad.En la flauta el aire
se hubo de colar,
y sonó la flauta
por casualidad.
"¡Oh! -dijo el Borrico-:
¡Qué bien sé tocar!
¡Y dirán que es mala
la música asnal!"Sin reglas del arte,
borriquitos hay
que una vez aciertan
por casualidad.


  • Félix María SamaniegoNació en Laguardia (Álava) en 1745 y murió en el mismo pueblo en 1801.
Samaniego ridiculiza los defectos humanos en sus fábulas, imitando a los grandes fabulistas Fedro, Esopo y La Fontaine. Aunque las fábulas de Samaniego están escritas en verso, su carácter es prosaico, dados los asuntos que trata y su finalidad didáctica.


       La Cigarra y la Hormiga
Una de las más famosas fábulas de Samaniego. Está escrita en heptasílabos.Pero veael lector a la cigarra como un personaje y no se juzgue al animal por estos hechos; pues en el campo nunca pediría comida a la hormiga cuyos gustos alimenticios no comparte.
Cantando la Cigarra
pasó el verano entero,
sin hacer provisiones
allá para el invierno;
los fríos la obligaron
a guardar el silencio
y a acogerse al abrigo
de su estrecho aposento.
Viose desproveída
del preciso sustento:
sin mosca, sin gusano,
sin trigo y sin centeno.
Habitaba la hormiga
allí tabique en medio,
y con mil expresiones
de atención y respeto
le dijo: "Doña hormiga,
pues que en vuestro granero
sobran las provisiones
para vuestro alimento,
prestad alguna cosa
con que viva este invierno
esta triste Cigarra,
que, alegre en otro tiempo,
nunca conoció el daño,
nunca supo temerlo.
No dudéis en prestarme;
que fielmente prometo
pagaros con ganancias,
por el nombre que tengo."
La codiciosa Hormiga
respondió con denuedo,
ocultando a la espalda
las llaves del granero:
"¡Yo prestar lo que gano
con un trabajo inmenso!
dime, pues, holgazana,
¿qué has hecho en el buen tiempo?"
"Yo, dijo la Cigarra,
a todo pasajero
cantaba alegremente,
sin cesar ni un momento."
"¡Hola!, ¿conque cantabas
cuando yo andaba al remo?
Pues ahora que yo como,
baila, pese a tu cuerpo."

2 comentarios:

  1. La Fábula es una excelente manera de ayudar a educar los niños y también a los mayores.
    He llegado a este sitio a través de los Premios 20Blos. Yo también participo en “Los Premios”, mis blogs son:
    En Humor con La vida es cojonuda
    y en Personal con Busco un libro, pero no sé el...

    Si te apetece y tienes tiempo estaré encantado con tu visita.

    Saludos cordiales

    Javier (Toupeiro)

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  2. No había visto este blog, es estupendo ¡¡me encanta!! Nosotros también somos de una biblioteca...

    Saludos desde Argentina :-)

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