Entre 1989 y 1991, el mundo
experimentó, en secuencia rápida, una serie de acontecimientos drásticos (la
caída del Muro de Berlín, la reunificación de las dos Alemanias, el estallido
interno de la Unión Soviética, el término del Pacto de Varsovia y la guerra en
la antigua Yugoslavia).
El 13 de agosto de 1961 los
soldados germano-orientales junto a sus milicias rodearon Berlín oriental con
alambre de púas. Estas fortificaciones temporales fueron rápidamente
reemplazadas por un muro de
4 metros
de altura por 166
kilómetros de largo, 45 de los cuales cortaban la ciudad
en dos partes.
De esta manera nacía el muro de
Berlín considerado por el bloque comunista como una barrera contra el peligro
de una invasión o de interferencias del mundo occidental. Para Occidente, en cambio,
el muro se convirtió en el elemento más notorio de la denominada "cortina
de hierro".
El hormigón y el alambre de púa
se convirtieron en los únicos argumentos con los que el régimen comunista
contuvo la atracción que ejercía el mundo libre.
Durante 28 años, el Muro de
Berlín separó amigos, familias y a una nación.
Durante los veintiocho años que
el muro estuvo de pie, más de cinco mil personas trataron de escapar. Más de
100 murieron en el intento. Muchos fueron muertos por la guardia fronteriza de
la DDR.
El Muro se transformó en el mayor
símbolo de la guerra fría, esa partida que jugaban las grandes potencias
vencedoras, sobre todo Estados Unidos y la Unión Soviética. Y también en una
cruel vía de escape para quienes querían huir en busca de un futuro mejor.
Pero el Muro no solo se cobró
vidas, fue una divisoria de cemento que atravesaba 192 calles y marcaba dos
Berlines. Uno el de la libertad, el respeto a
los derechos humanos, la potencia económica, la ciudad próspera que quería
dejar atrás el horror lo más rápidamente posible. El otro, en cambio, marcaba
la falta de libertad, la dictadura comunista, el desprecio por los derechos
individuales de las personas.
Así la histórica Berlín, capital
alemana desde la reunificación de 1871, fue una ciudad separada, fragmentada,
dividida. Con diferentes proyectos,
con diferente futuro.
El Muro separaba a los hombres no
solo físicamente sino los alojaba en compartimentos ideológicos tan cerrados y
contrapuestos que ni siquiera podían compartir un espacio común.
Significó, por último, una
división de pensares que al final terminó por derrumbarlo.
No caí en ello cuando me documenté y preparé la reseña.
ResponderEliminarPero en plan comedia os aconsejo que veáis la película "Uno, dos, tres" de Billy Wilder, que transcurre en plena guerra fría. Es una película magistral, divertida, con algunos de los mejores momentos de la comedia americana de todos los tiempos. Con un magnífico James Cagney.
No os la perdáis.
Hola,
ResponderEliminarNo sé si conocéis ya el Parque Europa en Torrejón de Ardoz. Si no es así, os lo recomiendo, es un buen lugar de entretenimiento familiar.
http://www.parque-europa.es/
Es un parque enorme donde además de una estupenda fuente cibernética y zonas multi-aventura, se recrean los monumentos europeos más importantes: la Torre Eiffel de Paris, Fontana de Trevi de Roma, Atomium de Bruselas, Tower Bridge de Londres, Puerta de Alcala de Madrid, Torre de Belem de Lisboa o la Puerta de Brandenburgo de Berlin ....
Además, y por eso me he acordado de este parque en esta reseña, cuenta también con un fragmentro original del Muro de Berlín, que tiene un incalculable valor histórico. Así que si os apetece verlo en vivo y en directo, ya sabéis donde podéis encontrarlo.
Un saludo para todos.
Anabel
!Oh!, Sí Anabel. Qué buena idea recomendarlo. Sí, sí que yo, al menos, lo conozco. He paseado con toda mi familia y he disfrutado muchísmo.
EliminarCuánto te agradezco que nos lo hayas recomendado. He de volver.
Gracias por tu aportación.